miércoles, 4 de julio de 2012

Nuestros versos son los ríos... 5 siglos de metáforas

Hace poco tiempo pude añadir a la guía de citas algunos versos de Jorge Manrique y sus Coplas a la muerte de su padre. El texto en el que me basé es la nueva y electrónica edición que el grupo EDOBNE ha publicado a través de Musa a las 9 dentro de la colección Clásicos Hispánicos. Dentro de ese poema se encuentra una de las imágenes más importantes, repetidas y versionadas de toda la literatura en español. El texto original, escrito en la segunda mitad del siglo XV, reza:
Nuestras vidas son los ríos que van a dar en el mar que es el morir.
Como vemos de manera muy clara la vida y la muerte aparecen retratadas como agua: el río es nuestra vida (individual, rápido, con un comienzo y un final...) y la muerte es el mar (colectivo, llega hasta el horizonte, final del mundo...). Cinco siglos después, en las primeras décadas del siglo XX, Gómez de la Serna, padre de las greguerías, rehizo la metáfora de la siguiente manera:
Las venas son los riachuelos que van a dar a la mar que es el morir.
Los ríos y las venas significan ambos por separados 'vida', por lo que su intercambio resulta más que asumible. Décadas después y al otro lado del "mar Atlántico", Benedetti volvió a reformular la metáfora de una manera más sutil y (quizás) escéptica. En su poema "El río", de Existir todavía asegura:
no se sabe de dónde viene el río sí sabemos que el viejo mar lo asume

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